Las uñas son indicadores de nuestra salud física y bienestar en general. Para mantener la salud de las uñas, es esencial alimentarlas y protegerlas de infecciones y lesiones. Las uñas saludables son algo que todas las mujeres anhelan. Es un error común pensar que esto es un logro difícil y tedioso, y que las manicuras regulares solo pueden ayudar a mantenerlos.
Una proteína robusta y resistente conocida como queratina, secretada por células especializadas de la epidermis, es el componente principal de las uñas. Protege los dedos y da fuerza, textura y color. Las vitaminas juegan un papel importante en la producción de queratina. La falta de vitaminas y otros nutrientes pueden causar varios problemas relacionados con las uñas, como la fragilidad, la formación de “baches”, sequedad y decoloración.
La vitamina A (retinol) desempeña un papel muy importante en la síntesis de la queratina. Es necesaria para mantener la fuerza y la integridad de las uñas. También ayuda al crecimiento de las mismas y ayuda a evitar la sequedad. Fuentes: zanahoria, calabaza, papaya, tomate, albaricoque, espinacas y otras verduras de hoja verde, huevos y productos lácteos. Las vitaminas del grupo B ayudan a mantener la textura de las uñas.
Protegen de las infecciones bacterianas y fúngicas. La deficiencia de vitamina B produce la formación de rebordes horizontales y verticales en las uñas y las hace frágiles. La falta de vitamina B12 puede causar el oscurecimiento de las uñas y las puntas de las uñas curvadas o redondeadas. La biotina, un tipo de vitamina B, es esencial para el crecimiento de las uñas y previene la división de las mismas. Fuentes: cereales, pimientos, legumbres, leche, queso, huevo, pescado y carne.