Elegir bien el maquillaje no siempre es fácil porque hay infinidad de bases y de productos. Y la decisión se complica aún más cuando se tiene la piel sensible. Un motivo por el que muchas mujeres suelen renunciar a maquillarse, aunque realmente no hay por qué. De hecho, existen alternativas. Y una de ellas es el maquillaje mineral.
Las claves
La razón de poder aplicar el maquillaje mineral en las pieles sensibles no es otra que este tipo de cosméticos no tiene fragancias ni pigmentos sintéticos por lo que no irrita ni altera la dermis.
Pero, para aprovechar bien estas ventajas, es conveniente saber cómo hay que utilizarlo. Una de sus principales claves es que siempre se tiene que aplicar con la piel bien hidratada, siendo una buena opción elegir aquellas que no tienen aceite aunque, evidentemente, lo más importante es que se adapte bien al tipo de piel.
Una vez se ha extendido la crema hidratante, es conveniente dejar pasar unos diez minutos aproximadamente para que penetre bien en la piel y no se mezcle en la superficie con el maquillaje mineral y se haga como una especie de masilla.
Este tipo de maquillaje siempre queda mejor si se utiliza una brocha para su aplicación, ya que es habitual que su textura sea en polvo. Y, ¿cuál utilizar? Es fácil. Elige una brocha que sea gorda y de cerdas naturales para evitar problemas con la piel. Además, al tener mucho pelo, se extenderá mejor todo el maquillaje de forma uniforme y no se producirán excesos. Sin embargo, en la zona de los ojos, es aconsejable emplear los dedos para tener cuidado de que no entre producto.
Y, ¿cómo se quita el maquillaje mineral? No hay problema porque es un producto fácil de desmaquillar. Con el desmaquillante habitual o bien con agua micelar y un algodón se retira con suavidad.