La hidratación es siempre es fundamental, pero aún lo es más en verano por el calor y porque se tiende a sudar más y se hace preciso recuperar los niveles del organismo, además de contribuir a mantener la piel en perfecto estado y que no aparezca apagada y reseca. Sin embargo, ¿qué bebidas son las más adecuadas para conseguir este objetivo y no engordar?
Las bebidas
La elección de la bebida es muy importante porque no todas hidratan por igual y hay muchas que, aunque son refrescantes y alivian la sensación de calor, propician un aumento de peso si no se toman esporádicamente y bajo control por su alto contenido en azúcares.
La mejor bebida que se puede tomar siempre es el agua. En esta época del año se puede tomar fría para que sea más refrescante. Sus beneficios son múltiples ya que, aparte de mantener el cuerpo hidratado, también ayuda a eliminar toxinas y a depurar el organismo.
Otros buenos aliados son los zumos naturales sin añadirles azúcar, siendo muy buenas opciones los de uva y los de tomate. La clave no es otra que ambos contribuyen a mantener la temperatura del cuerpo y a que se sobrecaliente.
Las infusiones son otro de los mejores recursos que se tienen a disposición para mantener la hidratación del cuerpo. En esta época del año no hay por qué tomarlas calientes, sino que se pueden ingerir frías o bien acompañadas de unos cubitos de hielo.
Entre las mejores infusiones que es posible tomar están las de salvia, al ser rica en vitamina B y magnesio, que contribuyen a clamar de forma natural las glándulas responsables del sudor.
Y, finalmente, se debe limitar o, al menos reducir, el consumo de té y café y de todas aquellas bebidas que contengan cafeína y teína, así como los refrescos por el alto contenido de azúcar. Cuidado o precaución con las que sean gaseosas o las que contengan alcohol.