Muchas mujeres a la hora de desmaquillarse o bien de hacer una limpieza facial se olvidan de un gran aliado de la belleza: el tónico. Un producto cuyas cualidades no se valoran demasiado, en parte porque no son muy conocidas, pero que son claves para el mantenimiento de la piel. Las fórmulas de este tipo de productos se han ido mejorando con el paso de los años, favoreciendo que no se emplee solo por la noche, sino que ya se puede aplicar por la mañana o bien al mediodía para ir hidratando la piel. Un uso que es posible incluso sobre el maquillaje.
Propiedades
Una de las principales ventajas del tónico facial es que permite tratar la piel desde diversos frentes porque realiza diferentes funciones. Una de las más importantes es su poder hidratante, permitiendo que la piel pueda recuperarse del día a día y de la posible pérdida de agua.
Además, también es muy refrescante, lo que contribuye a tener una mayor sensación de bienestar y de confort, aparte de contribuir a reequilibrar la piel, ya que reestablece su pH.
Entre sus virtudes igualmente figura su contribución a cerrar los poros, lo que es muy importante sobre todo para las pieles mixtas o que tienden a ser grasas. Y tampoco hay que olvidarse que permite preparar la piel para aplicar el tratamiento posterior como la crema de noche, aumentado su efecto.
Y, aunque parezca mentira, aún tiene más ventajas porque tiene un efecto tonificador de la piel. De esta manera, contribuye a revitalizarla, aparte de favorecer el riego sanguíneo de la zona. El resultado es una piel más tersa y bastante más joven, al menos en apariencia porque luego no hay que olvidarse de realizar otros cuidados que siguen siendo claves.
No obstante, estos son un buen puñado de razones para que no te olvides de incorporar un tónico en tu neceser y de incluirlo en tu ritual diario de belleza.