Lifting de cuello


Si hay una zona que delata nuestra edad es, sin duda alguna, el cuello. Con el paso de los años se acumulan arrugas y la piel se va descolgando, hasta llegar a formar una papada de la que es imposible librarse. Para disimularlo, siempre podemos utilizar un pañuelo o un foulard, pero si queremos resultados más permanente podemos realizarnos un lifting de cuello.

Antes, las mujeres se mostraban reticentes a esta operación porque era compleja y el postoperatorio era largo y complicado. Sin embargo, hoy día, el avance de la medicina estética ha permitido que se desarrolle una nueva técnica que simplifica en gran medida tanto la operación como el periodo de recuperación tras la misma.

Esto se debe a que con las nuevas técnicas para realizar el lifting sólo se realiza una incisión detrás de la oreja y dentro del pelo de la nuca y a través de ella se tensan tanto la piel del cuello como los músculos, con la ventaja de que no se incide sobre la parte delantera del cuello ni debajo del mentón, evitando así que las cicatrices sean visibles tras la operación, sino que quedan ocultas tras el cabello.

La intervención puede tener una duración de entre una y seis horas y se realiza con sedación o con anestesia general, dependiendo de la opinión del médico y de las preferencias de la paciente. Normalmente será necesario permanecer uno o dos días en la clínica tras la operación.

Aunque la operación en sí parece complicada, se trata de una cirugía mínimamente invasiva. No es necesario, como ocurría en el lifting tradicional, llevar bandas en el postoperatorio y la recuperación es más rápida, ya que en una semana podremos volver a nuestra rutina habitual.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *