Los ácidos como el hialurónico son de gran utilidad para corregir las imperfecciones de la piel y lucir un aspecto radiante. Aunque este es el más conocido, hay muchos más. Cada uno de ellos está indicado para resolver problemas concretos del cutis. Aquí te contamos cuál es cuál para que puedas sacarles el máximo partido.
Ácido ferúlico
Este ácido está específicamente recomendado para combatir los efectos de la luz azul de ordenadores y dispositivos electrónicos. La clave está en que es un gran antioxidante. Es un producto que se encuentra en sérums y ampollas, complementándose en algunas ocasiones con vitamina C.
Ácido retinoico y retinol
Los dos forman parte de la familia de los retinoides, diferenciándose por su potencia. Son productos recomendados para combatir los signos de la edad, además de para aportar firmeza y homegenizar la textura de la piel.
Ácido salicílico
Este ácido está especialmente indicado para las pieles grasas, ya que ayuda a regular la producción de sebo, además de calmar la piel y afinar la apariencia de los poros. Destaca también por su capacidad para regenerar la piel y su acción antimicrobiana.
Ácidos azelaico, kójico y tranexámico
Estos ácidos son muy beneficiosos cuando se trata de minimizar y eliminar las manchas faciales que han aparecido por los rayos solares o bien por los cambios hormonales. El tratamiento se puede completar con vitamina C.
Ácido hialurónico
Este ácido es, quizá, el que más beneficios tiene. Es de gran ayuda en el caso de las pieles secas y deshidratadas porque ayuda a aportar la hidratación que se necesita.
Además, también tiene un efecto rellenador de las arrugas y ayuda a lucir un rostro terso y rejuvenecido cuando se aplica un sérum con alta concentración de ácido hialurónico antes de la crema de noche.
Recientemente, se ha lanzado Teoxane, que es un nuevo material inyectable en el que se combina el ácido hialurónico con aminoácidos y activos antioxidantes. Con él, se consiguen buenos resultados para rellenar y corregir las arrugas porque es un relleno que se adapta muy bien a cada zona del rostro, ya sean ojeras, frente, pómulos o contorno de los labios.
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