Este verano está siendo toda una explosión de color en el maquillaje y también en las manicuras. Las uñas se llenan de vivos tonos y de nuevas formas estéticas. Es el caso de la manicura degradada, que consiste en llevar la uña esmaltada, pero con tonosque se van degradando. Una posibilidad que se hace dentro de una misma gama o bien mezclando diferentes colores. Hacerla no es tan complicado como parece. Sólo se necesitan saber unos pequeños trucos.
Las claves
Para hacer esta manicura, debes seguir los mismos pasos que para realizar una normal. Es decir, después de tener las uñas ya limadas, sin cutículas… hay que poner una base protectora. Sobre ella, se comienza a hacer el degradado.
En primer lugar, se aconseja aplicar dos capas de esmalte del color que se va a utilizar como base. Es importante dejar que se sequen bien las dos capas para conseguir un buen efecto cuando se pongan el resto de colores.
A continuación, hay que coger un pequeño plato o recipiente en el que se tiene que verter un poco del color que se vaya a emplear para el degradado. Después, necesitas una esponja de maquillaje que hay que mojar en la laca de uñas que has vertido.
Luego, tienes que dar unos pequeños toques en la parte de la uña en la que quieres hacer el degradado. Estos pequeños toquecitos deben comenzar por el borde libre de la uña para dejar la base más limpia.
Con este proceso ya estaría acabada la manicura degradada, teniendo que aplicar solo encima un esmalte transparente para que dure más el esmaltado en perfecto estado. Sin embargo, si quieres llevar más colores o degradar más la uña, tienes que repetir el proceso de la esponja –utiliza una parte sin restos de lacas anteriores-, para ir degradando más. Es muy importante dejar pasar tiempo para que se seque bien cada capa que apliques. Y todo listo para lucir las uñas de moda.