Cuidar las manos es especialmente importante porque es una parte del cuerpo en la que se nota la edad y es algo muy difícil de ocultar porque, por desgracia, no suele haber muchos tratamientos estéticos que permitan mantenerlas jóvenes una vez han aparecido determinados problemas. Es lo que sucede, por ejemplo, con las machas, las grietas y las arrugas. Siempre la mejor arma es cuidarlas a diario. Si no ha sido el caso, hay algunas soluciones que son de gran ayuda.
Manchas
Sol, cambios hormonales, la edad… Son algunos factores que están detrás de las manchas en las manos. Para evitarlo, como hemos comentado, lo mejor es la prevención usando un fotoprotector en el dorso de las manos, aunque no sea verano, y llevar los guantes en invierno para protegerlas.
Si ya han aparecido las manchas, la opción pasa por usar cremas de manos que tengan activos despigmentantes porque ayudan a difuminarlas e igualar el tono. En los casos más extremos se puede recurrir al láser, siendo necesarias entre tres o cuatro sesiones en función de la mancha. No obstante, hay que saber que sale alguna costra, que es necesaria para que se renueve la piel.
Arrugas
Para evitar las arrugas, igualmente la prevención es el mejor aliado. Es preferible evitar el agua caliente porque favorece la flacidez y refuerza la piel con cremas antioxidantes con vitaminas E y A o ingredientes que promuevan la formación de colágeno como es el caso del retinol.
Cuando ya se tienen arrugas evidentes, la alternativa pasa por rellenarlas con infiltraciones de ácido hialurónico. El resultado suele durar entre nueve y 12 meses.
Grietas
Otro problema común en las manos son las grietas. Las cremas enriquecidas con mantecas, ceras o aceites vegetales son claves para evitarlas, así como las sustancias calmantes y cicatrizantes como el aloe vera o la rosa mosqueta.
Y, en este caso, no hay otra solución. Aunque una vez más, está la prevención: usar guantes para protegerlas del frío y de las tareas domésticas.
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