Si te vuelve completamente loca el sushi y eres una apasionada de la comida japonesa, no lo dudes, estás de enhorabuena, ya que recientes estudios han descubierto que la comida japonesa nos ayuda a mantener el peso a raya y a tener una piel de seda.
Normalmente, cuando pensamos en comida japonesa, se nos viene a la cabeza el pescado crudo. Sin embargo, la gastronomía japonesa es mucho más variada, y su objetivo es que el comensal disfrute de la comida, saboreando al máximo cada plato, siempre recordando que debemos tomarnos el tiempo necesario para comer, disfrutando del momento.
La razón por la que la comida japonesa nos ayuda a mantener la línea es porque es una dieta sana y equilibrada que se centra en utilizar los productos de temporada, dejando a un lado el exceso de grasas, de proteínas y las comidas preparadas, aparte de hacer un mínimo de cinco comidas al día.
El secreto para tener una piel de seda es, sin duda, no cocinar demasiado los alimentos. De ese modo, nuestro cuerpo absorbe todas sus propiedades, de lo que también se beneficia nuestra piel.
En la dieta japonesa se encuentran alimentos como las manzanas, cebollas, cítricos, uvas y la soja, que son productos que contienen los denominados flavonoides, que evitan la degeneración de los tejidos, retrasando el procedimiento de envejecimiento de la piel y el cuerpo.
Finalmente, los japoneses terminan la comida con té en lugar de café. Aunque en principio esto puede ser completamente anecdótico, no lo es, ya que el té, sobre todo el verde, contiene muchas propiedades beneficiosas para la piel y el organismo, ayudando a la depuración del mismo, con lo cual se eliminan toxinas y la piel luce más radiante.