Cuando decides teñirte el cabello, ya sea en la peluquería o en casa, cuando terminas de hacerlo, el aspecto de tu cabello es inmejorable, lleno de brillo y de fuerza, justo en el color que andabas buscando. Sin embargo, al poco tiempo ese color se va a apagando y va dejando de parecerse al original, restando así belleza a tu cabello y a tu imagen. Aunque es inevitable tenernos que teñir periódicamente si queremos cambiar el color de nuestro cabello, sí podemos seguir una serie de consejos para conservar el color del mismo casi como el primer día.
Para ello, una vez a la semana, deberemos aplicarnos una mascarilla nutritiva especialmente indicada para cabello teñido. Este tipo de mascarilla proporciona un brillo extra al cabello, además de mantenerlo sedoso, bonito y ayudarte a conservar el color.
Para aprovechar al máximo sus beneficios, nada mejor que aplicarla después de haber humedecido el cabello ligeramente con agua caliente o templada, y envolverlo en una toalla para hacer que la mascarilla penetre perfectamente durante el tiempo indicado por el fabricante.
Aunque sea otoño, no debemos olvidarnos de aplicarnos protector capilar si pasamos el día al aire libre, ya que el sol es el mayor enemigo del color del pelo teñido. Debes elegir productos con base en agua, que son los recomendados para este tipo de cabello.
No debemos abusar del secador y, siempre que tengamos oportunidad, lo mejor es secarse el cabello al natural después de haber eliminado la humedad con una toalla. El uso del secador vuelve el cabello más poroso, lo que facilita la desaparición del color. Si aun así no tenemos más remedio que utilizarlo, lo mejor es hacerlo boca abajo, de forma que el calor incida sólo sobre el cabello y no en el cuero cabelludo, con lo cual reducimos el impacto del secador.