La máscara de pestañas es uno de los productos que no puede faltar en el neceser de ninguna mujer, aunque no siempre se sabe aplicar ni mantener en perfecto estado para hacer un buen uso y que el efecto sea el deseado. Aquí damos unas claves para que el rímel sea tu mejor aliado en belleza.
Las claves
Lo primero y principal es hacer un buen cuidado del producto. No hay que olvidar que se aplica cerca de los ojos y que hay que extremar las precauciones. En este sentido, hay que tener presente que no es conveniente utilizarlo por más tiempo desde tres meses desde que se haya abierto.
Además, no es bueno introducir varias veces seguidas el cepillo en el tubo porque se facilita la entrada de aire y que el rímel no se conserve bien. Un factor que precisamente contribuye a que se seque. En estos casos, no hay que añadirle agua ni ningún líquido en su interior. Lo mejor es meter el tubo bien cerrado en un vaso de agua caliente para que vuelva a la textura habitual.
Aparte de las claves de mantenimiento, es muy importante saberlo aplicar correctamente. En primer lugar, si el cepillo sale con algún grumo o exceso de rímel, lo mejor es utilizar un pañuelo de papel para retirar ese resto con el fin de que no se deposite sobre las pestañas porque luego corregirlo es más complicado.
El cepillo y la forma en cómo se aplica que rímel también es clave. El más fácil de utilizar es aquel que tiene el cepillo doblado de forma perpendicular en relación al mango para llegar a las pestañas situadas en las zonas más difíciles como, por ejemplo, las que están cerca del lagrimal.
En el supuesto de que el cepillo se utilice en posición horizontal y se aplique la máscara con movimientos hacia atrás y hacia adelante se puede conseguir un mayor volumen en las pestañas, mientras que, si se pasa de forma más suave, se logra un resultado más natural. Si se desea un extra de volumen, hay que aplicar varias veces el rímel, esperando que se seque bien entre aplicaciones.
Por el contrario, si lo que se desea es mayor longitud o bien se tienen problemas para maquillarlas porque se tienen cortas, lo mejor es utilizar los cepillos que son más finos y aplicar la máscara alternando miradas hacia arriba y hacia abajo en cada aplicación para llegar a todas las pestañas desde la raíz.
Y, para que estén más rizadas, el truco consiste en mover el cepillo hacia atrás y hacia adelante desde la base de las pestañas hasta las puntas. Previamente, se puede utilizar un rizador para potenciar el efecto.