Si tenemos la piel del rostro sensible seguramente estaremos acostumbradas a que después de aplicarnos la base de maquillaje o el blush nos aparezcan granitos e irritaciones o nos escuezan o nos piquen los ojos tras darnos las sombras o incluso nos duela un poco la cabeza. Esto puede ser desesperante, hasta el punto, si es muy frecuente, de que nos planteemos dejar de usar maquillaje. Pero es indudable que éste nos ayuda a estar más guapas y a corregir muchos defectos de nuestro rostro, por lo que te damos una serie de consejos para que cuides tu piel sensible sin tener que renunciar a la belleza extra que te proporciona el maquillaje.
Cuando compres sombras, bases o coloretes busca siempre productos hipoalergénicos, que actualmente son muy abundantes en el mercado.
Además, muchas firmas de cosmética han creado líneas específicas para pieles sensibles, que te ayudarán a reducir en gran medida los efectos de la reacción en tu piel o incluso a evitarlos, gracias a las sustancias calmantes y reparadoras de la piel que se encuentran en su composición.
Prueba a cambiar de textura. Si la base de maquillaje en crema te da reacción, prueba con una en polvo o viceversa. Los productos que permitan que la piel respire más, como los polvos, suelen ser más adecuados para la piel sensible, pero cada piel es diferente, por lo que debes probarlo tú.
Utiliza menos cantidad de producto. Prueba a utilizar una capa muy suave de maquillaje o blush, descargando todo lo posible la brocha antes de aplicártelo en el rostro. A veces esta sutil diferencia hace que no exista reacción de la piel.
Desmaquíllate y lávate el rostro en cuanto tengas ocasión, para evitar que tu piel permanezca en contacto con el maquillaje durante mucho tiempo. De ese modo descansará y estará menos sensibilizada.