En determinadas fechas como San Valentín, un aniversario o simplemente para celebrar un día especial, nada mejor que lucir un suave maquillaje romántico que te haga lucir radiante y dulce, al tiempo que destaca tu belleza.
Para ello, debes comenzar aplicando un corrector, para eliminar cualquier imperfección de la piel, al tiempo que unificas el cutis. Dado que el maquillaje es muy suave, lo ideal es utilizar un corrector un poco más claro que tu piel, pero no excesivamente para que no suponga demasiado contraste.
A continuación, aplica la base de maquillaje. Elije una que sea lo más transparente posible, para no eliminar el toque natural que quieres darle a tu rostro.
Aplica la base con un pincel, comenzando desde la frente y extendiéndolo después hacia el exterior, hasta cubrir totalmente el rostro.
En los ojos comienza aplicando lápiz blanco en el lacrimal y difuminándolo hasta que el tono quede difuminado, con lo que lograrás que tu mirada resalte más y que tus ojos parezcan más grandes. Aplica después unas tres sombras en tonos tierras, comenzando por la más brillante en el interior del ojo y terminando por la más oscura en el exterior del ojo. Aplica sólo un poco de máscara, sin recargar demasiado las pestañas.
Para el colorete, nada mejor que un tono rosado, preferiblemente en crema, difuminándolo bien sobre las mejillas.
En cuanto a los labios, busca lápices hidratantes, que aporten brillo a tus labios. Si tienes la tez clara, elige un tono pálido, pero si tienes la tez morena, lo mejor es que te decantes por los tonos con reflejos anaranjados. Si lo prefieres, también puedes simplemente aplicarte un brillo de labios en rosado, lo que te permitirá destacar un poco los labios, aunque sin exceso, manteniendo en todo momento la naturalidad del maquillaje.