Además de lucir tonos dorados en el rostro, para esta Nochevieja de 2016 se llevan también otra serie de maquillajes. En realidad, las propuestas son muy variadas, aunque hemos elegido dos: uno de ellos más natural, pero con un ligero toque sofisticado, para aquellas que sean menos atrevidas y otro más llamativo para las que deseen llamar más la atención. Cualquiera de los dos son apuestas seguras de éxito.
Maquillaje bronce
El maquillaje bronce no es exactamente sucumbir al tono dorado. En realidad, se trata de lucir una piel impecable, que se resalta aún más con algunos destellos metalizados, que se concentran en los ojos, en concreto, en el párpado superior.
Este maquillaje se consigue con tan solo utilizar una sombra metalizada en un tono bronce con ligeros toques dorados y aplicando rimel negro, creando con ambas formas una mirada un tanto futurista, pero discreta.
El resto del maquillaje se consigue con una base muy natural que proporcione un acabado mate sobre la que, además, hay que poner unos pocos de polvos. También el blush debe ser muy discreto para poner solo un poco de rubor al igual de los labios que tienen que ser lo más naturales posibles.
Smoky eyes clásico
El smoky eyes es uno de los maquillajes que ya lleva muchos años estando de moda. Aunque en 2016 se ha reinventado y, en 2017, seguirá siendo tendencia pero con algunas novedades, lo cierto es que su forma más clásica se mantiene como una apuesta segura para la noche y para aquellas ocasiones en las que se quiere sorprender.
La clave de este maquillaje se centra en la parte superior del rostro. Para el smoky eyes hay que delinear y difuminar bien todo el párpado móvil, mientras que el párpado inferior es una combinación de lápiz khol y sombras. Los colores pueden ser de la escala de negros o grises o bien en marrones o tonos café. Y no hay que olvidarse de aplicar máscara de pestañas. Además, las cejas se convierten en grandes protagonistas de este look, ya que deben estar perfectamente delineadas y dibujadas.
El resto del maquillaje se basa en una tez sin brillos, pero que se hace más cálida con un ligero toque de polvos de sol, y en un blush muy natural. Los labios deben ser nude.