Las arrugas son uno de los principales caballos de batalla que tienen muchas mujeres, sobre todo, las que se producen en el contorno de los ojos y que, popularmente, se conocen como patas de gallo. Y es que son líneas de expresión que son más difíciles de tratar y que, en ocasiones, suelen ser las causantes de que una persona pueda parecer más mayor de lo que es. Para prevenirlas o bien atenuarlas, además de los tratamientos de cremas específicos, se pueden utilizar otros remedios caseros haciendo mascarillas con productos naturales que ayudan a alisar la piel de esta zona.
La crema
Uno de los productos naturales y que es muy habitual en cualquier hogar es el huevo, que además tiene la particularidad de ser muy efectivo para tratar de combatir las arrugas y, en el supuesto de que ya hayan aparecido, reducirlas e, incluso, es posible llegar a hacer que desaparezcan si no están muy marcadas.
Su aplicación sobre el rostro es posible hacerla preparando una mascarilla, que es muy sencilla de elaborar. Además, solo se necesita un huevo. Lo primero que hay que hacer con él es separar la yema de la clara, de manera que es la clara lo que se va a emplear.
Con la ayuda de un disco de algodón, como los que se usan para desmaquillar, se puede ir extendiendo la clara por la zona a tratar, pero con cuidado para evitar que entre en el interior de los ojos.
Una vez está bien aplicada, como con cualquier mascarilla, hay que esperar. Lo más aconsejable es dejarla que actúe alrededor de 15 minutos. Pasado ese tiempo, se tiene que eliminar para lo que hay que emplear abundante agua, mejor que esté a una temperatura templada.
Con realizar este sencillo gesto una o dos veces por semana, se podrá ver cómo las patas de gallo mejoran visiblemente y la piel de esta zona está mucho más lisa y tersa.