El acné es un problema que, aunque habitualmente no es solo estético, sí tiende a ser motivo de mayor preocupación por afectar al aspecto físico de la persona. Hoy en día, hay tratamientos que funcionan muy bien para evitar su aparición y combatirlo una vez ya se tienen los dichosos granitos. Sin embargo, también es posible emplear productos naturales que se pueden elaborar en casa y que, igualmente, son bastante efectivos.
La mascarilla
Esta mascarilla está realizada con avena y con aceite de árbol de té, así como con aceite esencial de limón y yogur. Su preparación es muy sencilla. El primer lugar, hay que poner dos cucharadas de harina de avena en un cuenco al que se le añade el yogur con el que se tiene que hacer una masa en la que los dos ingredientes queden bien mezclados.
A continuación, a esa mezcla se tienen que añadir cinco gotas de aceite de árbol de té y una gota de aceite esencial de limón. Nuevamente, se debe remover todo bien para que quede una crema uniforme.
Una vez finalizado este proceso, tan solo hay que aplicar esta mascarilla como las convencionales que se compran en la tienda, dejándola reposar en esta ocasión unos 15 minutos. Posteriormente, se retira con abundante agua tibia.
Beneficios
Esta mascarilla, que se puede hacer dos o tres veces por semana, presenta varios beneficios que se aprecian aproximadamente a las dos semanas de utilizarla. Entre ellos, figura una menor presencia de acné porque el aceite de árbol de té es de gran ayuda para evitar las infecciones y que el grano desaparezca antes.
El efecto se multiplica al añadir el aceite esencial de limón porque tiene igualmente acción antibactericida, además de ser astringente y reducir el nivel de grasa en la piel. A todo ello se suma su poder cicatrizante para que las marcas se noten menos o bien desaparezcan del todo. Y, por supuesto, están las propiedades de la avena, que ayuda a mejorar el estado de la piel.