Los puntos negros son un problema que afecta a muchas mujeres. La verdad es que no son muy estéticos y tienden a afear el rostro y la piel. Acabar con ellos no es fácil, aunque se hagan limpiezas periódicas y se sigan tratamientos específicos. Además, muchas veces es complicado poder encontrar un producto que satisfaga porque hay algunos que son muy fuertes y para problemas graves, que pueden resultar excesivos, mientras otros no son suficiente. Sin embargo, hay remedios caseros que permiten hacer una buena mascarilla para tratarlos.
La mascarilla
Esta mascarilla puede hacerse fácilmente en casa. Además, todos los productos que se necesitan suelen estar habitualmente en la despensa o en la cocina o, en caso contrario, son fáciles de conseguir en la tienda.
De hecho, tan solo se precisa un yogur natural, un limón y avena. Nada más. El primer paso para elaborarla se centra en verter el yogur en un cuenco y batirlo bien para que adquiera una textura parecida a la de una crema, pero más densa.
A continuación, hay que añadir dos cucharadas de avena, teniendo de nuevo que remover para hacer bien la mezcla, para luego incorporar unas gotas de limón fresco. De nuevo, se debe mover bien para que se unan todos los ingredientes de forma uniforme.
Una vez está lista, tan solo queda aplicarla sobre el rostro, aunque previamente se debe limpiar bien la cara con agua caliente para abrir los poros y que la mascarilla pueda tener un mejor efecto al estar los poros más blandos.
La mascarilla se debe extender dando un ligero masaje. Una vez ya se tiene el rostro cubierto, dejando siempre una distancia hacia los labios y los ojos, hay que esperar unos 15 minutos a que haga efecto.
Pasado este tiempo, se tiene que retirar para lo que hay que hacer un aclarado con abundante agua fría. Posteriormente, se aplica la crema hidratante que se usa diariamente.