La piel grasa es difícil de manejar debido, principalmente, a la secreción excesiva de aceite y por la suciedad que es atraída por dicha superficie aceitosa. Si ya, añadimos acné a la piel, esta piel grasa puede convertirse en un verdadero calvario. La aparición del acné hace que la piel necesite más cuidados para que no te proporcione un mal aspecto, no te cause dolor y no te deje antiestéticas marcas.
De ahí que una rutina regular de limpieza junto con tratamientos antisépticos y antibacterianos se convierta en una necesidad. Las mascarillas faciales pueden ser muy útiles para este tipo de pieles. Existen diferentes tipos de mascarillas que además de aliviarte te producirán una clara mejoría. Algunas de las más importantes son:
– Mascarilla de arcilla francesa
Los beneficios de esta arcilla francesa son incomparables. No sólo suaviza la piel, sino que también la revitaliza, mejora la tez y aprieta los poros de la piel. Los ingredientes que suele llevar son: polvo de arcilla verde francesa, agua destilada o agua de rosas, aceites esenciales (opcional), miel/yogur/ claras de huevo.
– Mascarilla de manzana
Esta es otra gran máscara para la piel propensa al acné. Los ingredientes que suele contener son: una manzana y 1-2 cucharadas de miel. Puedes hacértela tú misma: ralla la manzana y añade una o dos cucharadas de miel. Mezcla todo bien y aplica el resultado uniformemente sobre la cara y las zonas en las que tengas problemas. Déjala durante 30 minutos y posteriormente lávate con agua fría.
– Mascarilla de avena y yogur
Esta te servirá para exfoliar la piel por lo que es perfecta para luchar contra las cicatrices del peor acné. Ingredientes: una cucharada de harina de avena, una cucharada de yogur y unas gotas de zumo de limón.