Si no has podido tomar el sol o, simplemente, no te gusta estar morena, el maquillaje es un buen aliado para tener un buen aspecto y conseguir el efecto que deseas. En este caso, vamos a centrarnos en los ojos. Este verano, una de las tendencias son los tonos cobre, que son muy favorecedores cuando no se está moreno o se tiene un ligerísimo bronceado. Además, con ellos se puede conseguir una mirada enigmática sin tener que recurrir a los smoky eyes, que son demasiado excesivos para los días estivales.
El maquillaje
Para maquillar los ojos con estos tonos, lo primero que hay que hacer es aplicar un poco de maquillaje para que dure más la sombra y los lápices o bien base fijadora específica para los ojos. Tras este paso, hay que coger un lápiz de tono marrón cobrizo y aplicar una línea a ras de las pestañas superiores. También tienes que hacerlo en las pestañas inferiores, de manera que el ojo quede enmarcado.
Es mejor que utilices un lápiz que tenga una textura cremosa porque luego esta línea hay que difuminarla y así es más fácil que si empleas un lápiz con mina más dura. El difuminado lo puedes hacer con la yema del dedo o bien puedes ayudarte de un bastoncillo de estos que en la punta llevan un poco de algodón.
Posteriormente, tienes que utilizar una sombra de ojos también en tonos cobrizos. Con un pincel específico debes aplicar el producto por el párpado poco a poco para que quede bien difuminado por toda la zona móvil del ojo. Haz lo mismo en la parte de las pestañas inferiores, pero procurando que quede una línea muy fina y muy difuminada en este caso.
Termina todo el proceso con un toque de iluminador en el lagrimal y la zona del arco de la ceja y con rimmel de color negro o bien marrón en función de tu color de pelo. Si quieres maquillar los labios, tienes que optar por un tono muy claro y discreto porque el protagonismo tiene que tenerlo la mirada.