La manicura semipermanente tiene muchas ventajas frente a la tradicional, sobre todo, por su mayor duración al permanecer durante más tiempo en perfecto estado. Sin embargo, su lado menos ventajoso es su eliminación. Y es que lo más recomendable es ir al salón de belleza o de centro de estética en el que se haya realizado para retirarla adecuadamente. Sin embargo, si no quieres hacerlo o no puedes, también es posible quitar el esmalte en casa para lo que tienes que seguir una serie de pasos.
El proceso
Lo primero que hay que tener claro a la hora de retirar el esmalte de una manicura permanente es que nunca hay que arrancarlo porque tiene una mayor adherencia que los tradicionales o convencionales y se puede hacer daño a la uña.
Dado este consejo, que es muy importante, vamos a contar los pasos que se tienen que dar en casa para eliminarlo. El primero de ellos es coger acetona. Hay que tener en cuenta que tiene que ser acetona pura porque los quitaesmaltes tradicionales no funcionan con este tipo de lacas de uñas y no se eliminará.
Con este producto hay que impregnar cinco algodones, como los que se emplean para desmaquillar, para aplicar cada uno de ellos sobre una uña, pero sin frotar sobre ellas.
A continuación, se tiene que coger papel de aluminio, como el que se tiene en la cocina. Con él, hay que hacer trozos con los que envolver cada uña, de manera que el algodón quede bien sujeto con el papel de aluminio y pegado a la uña.
Una vez están los dedos con el algodón y envueltos en el papel de aluminio, se tiene que dejar pasar entre cinco y diez minutos. Tras este tiempo, se retira el papel de aluminio a la vez que el algodón.
Posteriormente, solo queda retirar los restos de esmalte con la ayuda de un palito de madera o de naranjo y pulir la uña con una lima de grano fino. El pulido debe ser ligero. El proceso termina con la hidratación, que tiene que hacerse con un aceite o crema hidratante. Una vez se ha terminado, hay que comenzar todo el proceso con las cinco uñas de la otra mano.