Hay muchas ocasiones en el día a día en las que el cabello está fuera de control y cuesta mucho que esté en su sitio. Son situaciones que se producen, por ejemplo, al tener que llevar el casco de la moto o los días de lluvia. Y, ¿qué se puede hacer? Con unos trucos sencillos, se puede poner fácil remedio.
Casco de la moto
Si vas en moto, seguro que habrás notado que, al quitarte el casco, se quedan unos pelillos como flotando. Es por la fricción, que es la que está detrás de que el pelo se electrice y se dispare.
Esto puede evitarse fácilmente frotando un poco de producto antifrizz entre las manos tras sacar el casco o gorro y aplicándolo con los dedos por el cuero cabelludo. La ventaja es que estos productos se venden también con un tamaño pequeño, facilitando que se lleven a cualquier lugar e, incluso, dentro de un bolsillo.
Pero, además de por llevar el casco de la moto o bici, la fricción también puede producirse en otras situaciones como a la hora de dormir por el contacto con las sábanas y la almohada. Aquí la clave está en utilizar fundas de almohada de seda con las que no se produce este efecto.
Lluvia
Y, si no puedes tener el pelo bajo control los días de lluvia, no hay que preocuparse porque también existen soluciones. En este caso, la clave está en emplear un spray antiencrespamiento con el que se consigue el equilibrio perfecto de humedad. De esta manera, el pelo se puede mantener hidratado y en buen estado.
Para conseguir un buen resultado, el truco está en aplicar este tipo de spray 15 minutos antes de salir para que el cabello esté protegido de la humedad ambiental. Además, se recomienda emplear sérum para sellas las puntas. Una opción esta última que puede ser un complemento o bien sustitutivo del spray antiencrespamiento en función de la dimensión del problema.
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