VSi no nos gusta la forma de nuestra nariz, hasta el punto de sentirnos acomplejadas por ella, podemos realizarnos una rinoplastia para cambiarla. Si no nos gusta la barbilla que tenemos, nos parece demasiado picuda o redonda y nos gustaría que fuera de otro modo, podemos someternos a una cirugía estética de mentón, para conseguir los resultados que deseamos. Finalmente, hay gente que, cuando se mira al espejo, no se siente en absoluto a gusto con la forma de su nariz y su mandíbula, es decir, con su perfil. Para estas personas existe una operación de estética en la que se pueden corregir ambos a la vez denominada perfiloplastia.
Esta operación se suele combinar además con pequeños retoques en las mejillas y en los labios, porque lo que se persigue con ella no es tanto dejarnos un perfil perfecto como lograr que sea armonioso y nuestros rasgos estén equilibrados.
De ese modo, aunque no sean del todo perfectos, nuestro perfil nos resultará mucho más atractivo.
Para lograr esto, además de en la nariz, el mentón, los labios y las mejillas, al a hora de realizar la operación los cirujanos tienen en cuenta otros elementos del rostro como son la distancia entre las cejas, los bordes de la mandíbula o la prominencia de los pómulos, para que el resultado final sea el esperado.
En esta operación también nos podemos realizar una cirugía para eliminar la papada o un exceso de grasa de las mejillas, que puede hacer nuestra cara más redonda de lo que nos gustaría.
Al ser una operación en la que se retocan varias partes del rostro, se realiza con anestesia general, y el post operatorio es similar a una rinoplastia o mandibuloplastia. Si necesitamos que nos modifiquen el movimiento de la mandíbula, esta operación debe ser realizada por un cirujano maxilofacial y ya entraña mayor complicación, tanto durante la misma como en el postoperatorio.