Tener un aspecto más joven no es solo cuestión de espíritu y de atenuar las arrugas. Hay partes del rostro a las que se les presta poca atención en cuestión de belleza, aunque también son claves para evitar que se note el paso del tiempo. Hablamos de los dientes que, aunque se cuidan por higiene, no siempre se hace por estética. Y es que ellos pueden ser los responsables de que se aparenten diez años más o menos. ¿Qué puede hacerse? Aquí te contamos la técnica que se está empleando últimamente y que está dando bastantes buenos resultados. Eso sí, como siempre, elige profesionales.
La técnica
Realmente para que los dientes nos puedan quitar años, al menos de forma visual, lo que hay que hacer es un rejuvenecimiento dental. Con este nombre se conoce una técnica que consiste en unificar dos tratamientos: blanqueamiento más moldeado.
En primer lugar, se empieza a blanquear los dientes para luego seguir con el moldeado de los mismos, pero sin hacer grandes modificaciones. Se trata de corregir pequeñas imperfecciones que pueden estar en el borde de los dientes por desgaste, se ha estropeado el esmalte… De hecho, no es un sistema adecuado cuando hay problemas más graves como dientes que están mal colocados.
Esta técnica solo es aconsejable utilizarla cuando existen irregularidades en los dientes que están relacionadas con su forma. Es decir, hay zonas de esmalte descascarillado, algunas pequeñas fisuras, mamelones de crecimiento, dientes prominentes o tinciones superficiales, entre otros.
La ventaja del rejuvenecimiento dental es que no duele y que, además, no es preciso utilizar anestesia. Además, el tratamiento se realiza de una forma bastante rápida, puesto que habitualmente tan solo se precisa una sesión.
Y, como en toda técnica estética, también hay inconvenientes. Entre ellos, por ejemplo, se encuentra una sensibilidad más alta en los primeros días, que posteriormente desaparece sin que vuelva a sentirse.