A partir de los treinta años las arruguitas alrededor de los ojos comienzan a hacerse más visibles. Aparecen en el contorno de ojos, acentuando más las bolsas y también formando las conocidas patas de gallo. Si son muy profundas o visibles, pueden hacernos parecer más mayores de los que en realidad somos. Por ello, una de las formas que tenemos de rejuvenecer nuestro rostro es rejuveneciendo nuestros ojos, eliminándolas o al menos haciendo que sean menos visibles. Para lograr esto tenemos varios medios a nuestro alcance sin tener que pasar por el quirófano:
– Gimnasia facial: Consiste en una serie de ejercicios que ayudan a estirar la piel y así retrasar la aparición de las arrugas. Son ejercicios sencillos que podemos realizar cuatro o cinco veces al día. Uno de ellos, realmente efectivo, consiste en colorar los dedos índices y anular de cada mano en los extremos de los ojos. Presiona ligeramente y después ábrelos y ciérralos. A continuación mira hacia arriba y presiona con ambos dedos, como si achinaras la mirada. La presión debe ser ligera, para no ocasionar tú misma la aparición de arrugas.
– Yoga para tus ojos: Esta milenaria disciplina también puede aplicarse al rostro. Para descongestionar los párpados y así lograr que las arrugas sean menos visibles puedes, con los dedos índice y pulgar, pellizcar las cejas, desde el entrecejo hasta el final de las mismas. Pellizca suavemente y notarás cómo tu rostro se destensa.
– Cremas para el contorno de ojos: Son nuestras grandes aliadas en la lucha contra las arrugas. En el mercado existe una gran variedad de ellos, así que dependiendo de cómo sean nuestras arrugas podemos elegir entre una crema rejuvenecedora, un rellenador de arrugas o una crema hidratante y nutritiva al mismo tiempo. No olvides aplicártelas con pequeños toquecitos a lo largo del contorno de ojos, para descongestionar la zona y permitir una mejor absorción del producto.
Es cierto k la glicerina ayuda a k las pestañas vuekvan a salir, gracias