Aunque lo más aconsejable es que para cada zona del rostro se emplee el producto de maquillaje específico, lo cierto es que a veces algunos se pueden utilizar para otras partes. Es el caso del colorete, que quizá sea uno de los productos más versátiles del maquillaje. Y, ¿cómo se le puede sacar el máximo partido? Aquí te contamos algunos trucos para que puedas economizar en cosmética o bien salir de un apuro si no llevas todos tus productos de belleza contigo y necesitas un retoque o maquillarte.
Consejos de uso
En función del uso que hagas del colorete o bien combinado con otros productos lo puedes emplear en otras partes del rostro. Lo más habitual, por supuesto, es aplicarlo en la zona de las mejillas. Un uso que no tiene por qué dejarse a un lado, aunque se vaya a aplicar en el resto del rostro y en otras partes de la cara.
Una de las claves para utilizarlo está en utilizar los cepillos que son indicados para cada parte del rostro para maquillar los ojos, los pómulos o los labios, entre otros. Con la brocha de colorete, podemos aplicarlo como siempre en la zona de las mejillas, incluso, se puede extender su uso hacia la zona de las sienes para que la cara parezca más joven y no se note tanto que empieza a caer. No obstante, en el caso de las sienes, no es conveniente utilizar tanto producto como para las mejillas, lo mejor es ir degradando hacia arriba.
El colorete también lo puedes utilizar como último recurso para maquillar los ojos en el caso de que no tengas o te hayas olvidado la sombra. En este caso, se aplica con el pincel para los párpados o, a una mala, con el dedo pequeño de la mano. Lo puedes utilizar para el párpado móvil o bien para dar un pequeño toque de brillo a la mirada. Lo importante es no utilizar mucha cantidad de producto, sobre todo, si el tono es muy fuerte, para que quede como una sombra sutil y se vea de la misma gama que el colorete, pero en diferente tonalidad.
Y, por supuesto, también se puede utilizar para maquillar los labios. En este caso, hay que mezclarlo con algún producto para que se pueda extender bien. Por ejemplo, lo puedes mezclar con brillo transparente para aplicarlo después sobre los labios con la ayuda de un pincel o bien de un algodón e, incluso, del dedo. Una forma de aplicación que también puedes utilizar si mezclas el colorete con un poco de crema hidrante, siendo mejor que no tenga color.