Cuando nos maquillamos los labios solemos utilizar perfiladores y barras de labios, lo cual suele dar el toque perfecto a nuestro maquillaje. Sin embargo, también podemos proporcionar color e hidratación a nuestros labios con los “gloss” o brillos labiales, un producto del que muchas veces nos olvidamos y nos ayuda a poner un toque de color y sensualidad en nuestros labios que nos dará mucho juego, sobre todo si nos maquillamos para fiestas.
Por otra parte, el gloss nos ofrece la ventaja de hidrata nuestros labios durante más tiempo que las barras de labios, lo cual los protege del frío actual al tiempo que realza su volumen con un toque de color.
Para aplicarlo y que queden perfectos deberemos tener los labios muy lisos para que deslice bien y que el resultado sea óptimo.
Por ello es necesario exfoliar nuestros labios antes de aplicarlo y de ese modo eliminar todas las pielecitas muertas que pueden deslucir el aspecto de tu boca.
El gloss podemos aplicarlo a diario, siempre que elijamos bien el color, el tipo y la cantidad de producto que aplicamos. Si queremos aplicarlo para ir al trabajo, podemos utilizar un brillo en tonos pastel en el tono que más se ajuste a nuestro tono de piel, de forma que no destaque demasiado y no desluzca nuestra imagen profesional. Si queremos aplicarlo para una fiesta o una ocasión especial, utilizaremos colores más intensos con más brillo.
Si tu piel es oscura, debes elegir tonos anaranjados, coral o albaricoque. Si tu piel es clara, los mejores tonos para ti son el beige, el rosa suave o el melocotón.
Si tienes los labios finos y quieres darles más volumen, debes perfilarlos con un lápiz del mismo color que el gloss. Si tienes los labios gruesos, puedes realizar cualquier combinación, ya que resultarán muy sensuales, sobre todo si les aplicas colores vivos.