Últimamente no hay un invierno sin smokey eyes y, el año 2017, no va a ser una excepción. De hecho es una de las principales tendencias en maquillaje para este otoño-invierno aunque, como siempre, se han introducido algunas novedades en relación al estilismo de años anteriores. Lo único que no cambia es que es un maquillaje para chicas “un poquito malas” al seguir imponiéndose un toque de cierta rebeldía.
Las claves
Esta temporada, los smokey eyes centran el punto de atención del maquillaje sobre un rostro que presenta una piel impecable y libre de imperfecciones, teniendo que extenderse también la base por el párpado para lograr esa uniformidad. Además, no hay que olvidarse tampoco de poner corrector para mostrar un cutis perfecto.
Sobre esa base, ya se puede comenzar a definir el smokey eyes. Lo primero que hay que hacer es dibujar el contorno del ojo con un lápiz negro. En concreto, se debe marcar la línea por el párpado inferior, la raíz de las pestañas superiores y la banana por encima de la cuenca del ojo.
Cuando ya se tiene definido este contorno, el siguiente paso es rellenar el interior del párpado superior con ese mismo lápiz con el que hemos marcado el ojo. Posteriormente, se debe intensificar el color aplicando sombra negra por encima, pero manteniendo esa forma del ojo en la que el rabillo puede hacerse más marcado o bien más difuminado con la sombra de ojos, potenciando ese efecto banana. No obstante, más actual es hacer un final más redondeado.
El último toque se da con la máscara de pestañas negra para conseguir que sean XXL y con las cejas, que se camuflan, simulando al maquillarlas que están decoloradas, porque todo el foco se pone en los ojos.
Finalmente, los labios deben ir en un toque nude porque también pasan a un segundo plano, así como el blush que tan apenas se nota: solo se usa para marcar discretamente el pómulo y aportar un toque saludable al rostro.