Si no te gusta machacarte en el gimnasio y quieres estar en forma, pero sin tener que hacer un gran esfuerzo y ni ejercicios que son un tanto imposibles, el tai chi puede ser tu gran aliado. Esta práctica oriental presenta bastantes beneficios para la salud y para el bienestar, así como para la belleza. Aunque es muy conocida por todo el tema de la energía positiva y del reequilibrio energético del cuerpo, todo esto se puede dejar a un lado para beneficiarse de sus ventajas.
Tai Chi
Dentro del Tai Chi hay varias escuelas o modalidades, que presentan diferencias en el tipo de movimientos. Sin embargo, dentro de las que más beneficios presentan para nuestro objetivo de tener una mente y un cuerpo sano y tonificado, se encuentran todas aquellas que se centren en la realización de ejercicios de forma lenta.
Una de las principales ventajas del Tai Chi es que es una actividad que puede practicarla cualquier persona con independencia de su edad y de su estado físico, ya que no se requiere de una buena forma física ni de una gran flexibilidad –aunque con su práctica se mejora-, para realizar las posturas como puede suceder en otras prácticas deportivas o ejercicios físicos.
De esta manera, a través de unos movimientos suaves y sencillos –hay niveles pero no es necesario llegar a los más altos a no ser que quieras convertirte en un maestro-, se consiguen mover todos y cada uno de los músculos del cuerpo que se tonifican. Además, se trabajan las articulaciones, teniendo como beneficio su refuerzo, lo que sin duda es de gran ayuda para las mujeres.
Sus beneficios van más allá porque el tai chi ayuda a combatir la depresión y los cambios de estado de ánimo, además de ser de gran utilidad para decir adiós al estrés y la ansiedad a través del control de la respiración mientras se hacen los ejercicios, lo que redunda en un mejor aspecto físico, ya que precisamente cuando se está estresada no es que se esté muy bella que digamos. También se consigue tener una mayor autoestima. Unas características que te pueden ayudar a perder peso para controlar las ganas de comer y no caer en la tentación de abandonar la dieta.