Con los avances que se producen en cosmética, cada vez van apareciendo nuevos productos con diferentes características, texturas y prestaciones con el fin de facilitar su uso para toda mujer y que cada una de ellas pueda disponer del que más le conviene en función de sus necesidades. Es el caso de los perfiladores de labios de los que en las tiendas se pueden encontrar diferentes tipos. Cada uno de ellos tiene unas particularidades y funciones, aunque todos tienen un fin común: delinear y ayudar a hacer la boca más bonita.
Los tipos
Aunque durante muchos años, por las tendencias de moda, el perfilador de labios ha estado un tanto denostado, lo cierto es que ha vuelto desde hace un tiempo con gran fuerza porque sigue siendo un producto fundamental para delinear la boca y conseguir el resultado que se desee: unos labios más gruesos, corregir imperfecciones… Lo único que se debe seguir es la máxima de que sea del mismo color o lo más parecido posible al tono de labios para que no se note porque los labios contrastados como antaño no están en boga.
Los tres tipos principales de perfiladores de labios que se venden en las tiendas de cosmética permiten conseguir el objetivo que se desea, aunque algunos son más fáciles de usar. El más clásico es el lápiz de labios, que es el más conocido porque se ha estado utilizando desde hace años y años. Este producto se caracteriza por una mina dura, aunque a su vez es suave para que se pueda desplazar por el contorno del labio. A la hora de utilizarlo siempre es conveniente tener la punta afilada para perfilar mejor. Es un producto que es idóneo para cuando se tiene poca experiencia o para cualquier mujer.
Las usuarias más avanzadas o con más práctica en el uso del perfilador de labios tienen también el que se comercializa en crema. Este producto se define por ser más cremoso y más suave. Además, su punta es más ancha, lo que permite que también se pueda emplear para rellenar los labios para poner luego simplemente un poco de gloss o bien el labial para darle más intensidad al tono y también mayor duración. Su correcta extensión por los labios es fundamental para lo que es de ayuda el pincel que suelen incorporar en el otro extremo de la punta del perfilador.
Y, finalmente, está el perfilador de labios automático. Se reconoce porque es muy parecido a un rotulador. Entre sus ventajas figura que es de larga duración por lo que ayuda a que los labios estén perfectos durante más tiempo. Sin embargo, es más conveniente utilizarlo cuando ya se tiene práctica porque, por esa mayor fijación, es un poco más difícil de eliminar y de corregir el trazo si se produce algún error en su aplicación.