En ocasiones, queremos hacer un cambio de look radical y vernos con una imagen totalmente diferente de la que presentamos habitualmente. En estos casos, teñirnos el cabello de un color distinto al nuestro nos puede proporcionar en minutos el cambio que tanto deseamos, aunque, especialmente si el nuevo tono que queremos aplicar en el cabello difiere mucho del nuestro natural, no siempre nos decidimos a intentarlo por miedo a que el resultado final no sea de nuestro gusto.
Para ello, nada mejor que seguir una serie de consejos para elegir el tono de cabello que más nos favorece, teniendo en cuenta, sobre todo, el tono de nuestra piel.
Si tienes la piel clara y ojos claros, lo mejor es que elijas un tono rubio claro o castaño claro o, si quieres más oscuro, un tono avellana. No es aconsejable que te tiñas en un color muy oscuro porque el contraste entre tu cabello y tu piel sería demasiado grande.
Si tu piel es clara y tus ojos oscuros, puedes elegir un caoba o castaño cobrizo, aunque no debes dejarte tentar por los rubios platinos o el tono negro.
Si, por el contrario, tu piel es oscura, nada mejor que los tonos castaños, en cualquiera de sus variantes. Si no estás muy segura de el tono que mejor te va, decántate por un caoba claro o un castaño oscuro o cualquier otro color que no sea muy pronunciado.
Si tu piel es rojiza o tienes rosácea, debes evitar los tonos rojizos, ya que no te favorecerán. Lo mejor es optar por un castaño claro o dorado, que suavizará tu tono de piel.
En la elección del color del cabello también influye tu personalidad, por lo que no olvides elegir uno que combine con ella. Si tienes una personalidad muy marcada, nada como un caoba fuerte para remarcarla.