Las ampollas flash es un producto de gran éxito desde hace unos años. Razones no faltan para ello porque tienen numerosas ventajas. Muchas de ellas no son conocidas e, incluso, a veces se desaprovechan porque no se sabe bien cómo emplearlas y utilizarlas. Es un producto muy versátil y con muchas propiedades para el cuidado de la piel y no solo para conseguir ese efecto prácticamente inmediato. Aquí contamos las claves.
Propiedades
Las marcas de cosmética tienen diferentes tipos de ampollas flash. En general, las ampollas están realizadas con fórmulas combinadas ultra concentradas para actuar como tratamiento de choque.
Esta precisamente es una de las diferencias con el sérum, producto con el que tienden a confundirse, pero que es muy distinto. En concreto, el sérum tiene una acción específica como hidratar, reafirmar o eliminar manchas, entre otras, aparte de potenciar el efecto de la crema que se aplica posteriormente.
Curas
Uno de los efectos de las ampollas flash es la cura intensiva de belleza. Esto consigue con las cajas que incluye entre diez y quince unidades aproximadamente, aunque depende de la marca y el producto. Normalmente, son tratamientos antioxidantes, por tanto ricos en vitamina C, vitamina E y resveratrol, entre otros ingredientes.
En general, estas caja de ampollas se emplean durante tres o cuatro semanas, siempre antes de la aplicación de la crema de tratamiento diaria habitual. De este modo, se logra iluminar el rostro, remitir las manchas y reafirmar la piel.
Flash
Una de las principales de las ampollas es su efecto flash por lo que son indicadas para eventos o celebraciones especiales, aunque también se pueden utilizar de forma puntual. En estos casos, las ampollas se aplican antes de la base de maquillaje o bien mezclada.
Con este producto y esta forma de uso, se consigue eliminar los signos de fatiga del rostro, aparte de contribuir a generar un efecto tensor.
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