Después de exfoliar la piel y abrir los poros, debemos de cerrarlos para evitar que entre suciedad en ellos y se formen granos y espinillas. Esto lo conseguimos gracias a los tónicos, que, además, refrescan la piel, le dan firmeza y eliminan los residuos que quedan de las cremas limpiadoras que hemos utilizando anteriormente. Puedes utilizar tónicos comprados en tiendas pero, si quieres, también puedes probar estos tónicos faciales caseros:
– Tónico de manzanilla: Necesitarás una taza de agua y una cucharada de flores de manzanilla. Pon el agua a hervir. Cuando rompa el hervor, retírala del fuego y añade la manzanilla. Tapa el recipiente y déjalo reposar durante unos diez minutos. Cuando haya pasado este tiempo, cuela la preparación y utiliza la infusión como tónico después de limpiar la piel
– Tónico de miel: Necesitarás miel y loción de hamamelis. Mezcla en la misma propiorción la miel con la loción hasta obtener una crema. Aplícala en la cara. Notarás como tonifica y refresca tu rostro al mismo tiempo. Después aclárate el rostro. Este tónico tiene la ventaja de que puedes preparar mayor cantidad y conservarlo en un frasco de vidrio cerrado en la nevera.
– Tónico de perejil: Vas a necesitar tres o cuatro ramas de perejil fresco y un vaso de agua. Hierve el agua y cuando rompa el hervor, quítala del fuego. Después añade el perejil y deja reposar la mezcla hasta que se enfríe. Finalmente, moja un paño suave en la preparación y aplícalo en la cara durante cinco minutos. Aclárate pasado este tiempo.
– Tónico de cítricos: Necesitarás una cucharada de zumo de limón, una de zumo de naranja, una de pomelo y una taza de yogur. Mezcla el yogur con las tres cucharadas de zumo hasta conseguir una mezcla homogénea. Después aplícala sobre el cutis. Déjala actuar dos o tres minutos y finalmente aclárate la cara con agua tibia y fría al final.