Si tenemos la piel grasa o mixta, es habitual que nos encontremos que, principalmente en las aletas de la nariz, se acumulan multitud de puntos negros, como resultado de la acumulación de grasa y suciedad en los poros. Esto hace que se dilaten, se vuelvan oscuros y resulten bastante antiestéticos.
La solución nunca es intentar eliminarlos con los dedos, ya que sólo lograríamos empeorar el problema. Lo mejor es acudir a una serie de tratamientos naturales que nos permitan librarnos de ellos en poco tiempo, recuperando un cutis liso y sin imperfecciones.
Tomate
Tomate: Corta un tomate maduro por la mitad y frótalo por la zona de la pulpa en las zonas del rostro donde se acumulen los puntos negros. Déjalo actuar durante quince minutos y aclárate con agua templada.
Limón
Huevo y limón: Necesitarás una clara de huevo y un limón. Bate las claras hasta que estén a punto de nieve y añade entonces algunas gotas de zumo de limón. Extiende la mascarilla sobre los puntos negros y déjala actuar durante veinte minutos o hasta que esté totalmente seca. Finalmente limpia todos los residuos con abundante agua. No añadas demasiado limón a la mezcla, ya que ello puede provocar un exceso de sequedad en la piel.
Limón y lavanda: Para prepararla necesitas un cuarto de taza de zumo de limón, cuatro gotas de aceite de lavanda, una cucharadita de manteca, media taza de avena triturada, una cucharada de sal y cuatro cucharadas de manzana rallada.
Mezcla todos los ingredientes hasta lograr una pasta homogénea y extiéndela sobre el rostro, dejándola unos veinte minutos. Aclara después con abundante agua. Aplica la mascarilla cada dos días para obtener resultados.
También incluir en nuestra dieta fresas y zumo de naranja ayuda a que disminuya la producción de grasa y toxina de la piel, reduciendo la aparición de puntos negros.