Durante el invierno, nuestro cabello está sometido a muchas agresiones externas por el frío, la lluvia, el secador, que debemos utilizar casi constantemente, o por las calefacciones. A lo que deberemos añadir otros factores como la contaminación, los tintes, las mechas y otros tratamientos químicos que utilizamos de forma periódica.
Todo ello puede terminar debilitando nuestro cabello, volviéndolo fino y quebradizo e incluso provocar la caída del mismo. Para combatir todas estas agresiones, lo mejor es aplicar una serie de tratamientos naturales que nos ayuden a fortalecerlo.
Aceite de onagra
Este aceite contiene una gran cantidad de ácidos grasos omega-3 que ayudan a disminuir la irritación que haya podido sufrir el cuero cabelludo, al tiempo que estimula la circulación sanguínea, permitiendo una mejor oxigenación del folículo piloso y fortaleciendo así el cabello. Para utilizarlo puedes realizar un masaje capilar con este aceite o, si lo prefieres, tomar cápsulas que lo contengan para obtener los mismos beneficios.
Mascarilla de miel
Para prepararla necesitas una cucharada de miel, una cucharada de mayonesa, una cucharada de aceite vegetal, una cucharada de coñac y una yema de huevo. Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una pasta homogénea y aplícala sobre el cabello antes de lavarlo. Masajéalo bien, hasta lograr que todo tu pelo esté cubierto por ella. Envuelve el cabello en un film transparente y deja actuar la mezcla durante media hora. Para terminar, lávate el pelo con los productos que utilices habitualmente.
Aceite de oliva
Prepara una mascarilla utilizando un huevo, una cucharada de aceite de oliva y dos cucharadas de miel. Para ello, bate bien el huevo y añade entonces el aceite y la miel, hasta que todos los ingredientes queden perfectamente integrados. Aplica la mascarilla sobre le cuero cabelludo y, como en el caso anterior, cúbrela con un film transparente durante media hora. Ya sólo te queda lavarte el cabello utilizando un champú suave.