Cleopatra es una enigmática reina egipcia, que mantenía su piel tersa y joven aplicando leche sobre su rostro. Primero realizaba una rutina de exfoliación, gracias al ácido láctico de esta bebida. Se trata de un secreto de belleza de una de las mujeres más hermosas de la historia. Los productos que necesitas son: aloe vera, miel y leche desnatada.
Abre la penca de aloe vera (sábila) y saca todo el jugo.
En una taza mezcla miel cruda, la leche desnatada y el aloe vera.
Fusiona todos los ingredientes para crear una crema.
Guarda la preparación en un frasco tapado en la nevera.
Aplícate la mascarilla por la mañana y en la noche, con un algodón, haciendo un masaje suave en forma circular.
Deja actuar durante media hora y luego lávate la cara con agua refrescante.
Por la noche, puedes dejarte la crema puesta mientras duermes para que la piel reciba todos sus beneficios. Cuando te despiertes tendrás la piel tan fina como la de Cleopatra. Las arrugas desaparecerán por completo en un mes.