– Para hacer que tu piel esté suave y tersa, moja un trozo de algodón en leche y extiéndela por toda la cara. Deja que se seque y media hora después lávate la cara.
– Mezcla dos cucharadas de leche con una cucharadita de sal y aplícalo por tu cara antes de acostarte. Esto hace que la piel quede lisa y suave.
– Para aclarar tu cutis, machaca un par de almendras, échalas en un recipiente con leche y aplícalo por tu cara.
– Para dar brillo a tu piel, mezcla dos cucharadas de leche en polvo con peróxido de hidrógeno. La mezcla debe convertirse en una pasta espesa. Echa unas gotas de amoníaco líquido (no te excedas) y cuando distribuyas la mezcla por la piel, deja que actúe durante 15 minutos.
– Para mejorar esa tez que incluso parece triste, pon en remojo garbanzos con leche durante toda la noche. Por la mañana, machaca la “papilla” y condiméntalo con un poco de cúrcuma y unas gotas de jugo de limón. Deja reposar media hora y después pasa a aplicarte la pasta por la cara.
– Para dar brillo a tu rostro, toma una cucharada de leche y mézclala con jugo de zanahoria, jugo de naranja y miel derretida. Deja reposar durante 15 minutos.
– Una mascarilla excelente para una piel seca y con manchas se puede realizar con una cucharada de harina de garbanzos, un poco de cúrcuma en polvo, un cuarto de cucharadita de polvo de cáscara de naranja, una cucharadita de requesón batido y un poco de leche. Aplica la mezcla sobre el rostro y el cuello. Cuando la piel empiece a tensarse, frótala con las manos hasta que desaparezca.