Esta temporada de otoño-invierno 2015-2016, aunque viene con diferentes estilos, hay tres claves principales que no se tienen que olvidar para seguir la moda: lucir una piel perfecta, los ojos en negro con trazos imperfectos y los labios rojos con efecto mordido. Tres estilos que no son fáciles de hacer, pero que con unos pequeños trucos están al alcance de toda mujer.
Los consejos
Esta temporada, la piel se tiene que lucir perfecta. Es decir, como si se tuviera la cara de porcelana. No es fácil porque siempre hay alguna imperfección que puede ir desde una pequeña espinilla a ojeras o a un rostro más cansado. El truco en esta ocasión para lucir ese rostro perfecto es sencillo. En primer lugar, hay que iluminar muy bien la zona de maquillaje con focos de gran potencia para poder ver hasta el más mínimo detalle.
A partir de ahí, hay que coger el corrector y aplicarlo en las zonas más apagadas del rostro. A continuación se tiene que aplicar una base de maquillaje del tono más parecido al de la piel y aplicar los polvos translúcidos o fijadores. El maquillaje se termina con polvos bronceadores que solo se tienen que utilizar de forma suave para perfilar los rasgos.
De gran ayuda puede ser también utilizar maquillajes que se lanzan con efecto de cara porcelana o los productos cosméticos de marcas orientales que ayudan a tener una piel perfecta.
El labio rojo con efecto mordido tampoco es fácil de hacer para que quede bien y no denote dejadez y vulgaridad. De gran ayuda es aplicar el labial con el pincel para marcar ligeramente la boca sin tener que perfilarla con el lápiz y extender bien la cantidad de producto, dejando zonas menos cubiertas como la parte central de la boca. Si aún con todo, hay exceso de producto, se puede coger un bastoncillo para retirarlo.
Y también hay trucos para enmarcar los ojos en negro, de manera que los trazos queden fragmentados porque ya no se lleva el eyeliner perfecto. El secreto está en utilizar lápices que tengan la punta más ancha para que el trazo no sea preciso y en utilizar sombras oscuras que se tienen que aplicar con la yema de los dedos para abarcar zonas más amplias y extender con menos precisión.