Una de las tendencias de esta primavera-verano es la naturalidad en el rostro, de manera que no parezca que se va maquillada y que se tiene una piel fina, transparente, muy fresca y que irradia luz. Conseguir este efecto tiene truco. Y, además, se logra sin tener que renunciar a los cosméticos o al maquillaje.
Consejos
El primer paso para conseguir este objetivo es elegir bien los cosméticos que se van a emplear. Lo mejor es optar por texturas de maquillaje que sean muy ligeras para que se fundan bien con la piel. Una buena opción son las denominadas BB Cream o los polvos de sol, que tengan efecto irisado. Es clave también acertar con el color porque debe ser lo más natural posible según el tono de la propia piel. Los que están más de moda son los colores cremas, tierras y arenas.
Sobre esa base, hay que utilizar la técnica del strobing, que es la estrella de esta temporada. Es decir, que toca aplicar puntos de luz en zonas clave del rostro con la ayuda del iluminador en el arco de la ceja, mejillas y barbilla, principalmente.
Otros cosméticos que pueden emplearse y que ayudan a conseguir una mayor luminosidad en el rostro son el aceite facial o los polvos con partículas brillantes, aunque no hay que excederse en el gloss.
Mejillas
El toque de luminosidad y la frescura del rostro también se consiguen con las mejillas, que son otro de los puntos de atención y que se deben maquillar con mucha naturalidad para lograr ese aspecto natural y de cara recién lavada.
Los tonos más recomendables para poner un poco de rubor son los rosas y los rojo corales claros. El blush es mejor que se elija con una textura líquida porque se consigue una mayor naturalidad y se fusiona mejor con la dermis.