Para sacarle todo el partido a nuestra mirada cuando nos maquillamos es imprescindible aplicarnos la máscara de pestañas. Pero muchas veces, un gesto tan sencillo como es pasar el cepillo aplicador por ellas se convierte en casi un desafío debido a los grumos que se forman o a las gotas del producto que nos caen sobre el resto del maquillaje ya aplicado, que muchas veces nos obligan a maquillarnos de nuevo. Para que esto no te ocurra, te mostramos una serie de trucos para que aplicar la máscara de pestañas se convierta en un paso sencillo:
– Siempre deberemos aplicar primero la máscara en las pestañas superiores, cubriéndolas completamente desde la raíz. Si con el aplicador no logras que queden totalmente cubiertas, puedes utilizar un lápiz del mismo color que las pestañas para cubrirlas.
– Para lograr que tus pestañas tengan más volumen, puedes aplicar polvos sueltos sobre ellas, y después la máscara de pestañas. Ten cuidado de que el polvo no te caiga en los ojos.
– Si queremos evitar que las pestañas queden apelmazadas, en lugar de pasar el cepillo de la máscara desde el nacimiento de las pestañas hasta la punta, deberemos hacerlo mediante un movimiento de zigzag desde la raíz de las mismas hasta la punta.
– Uno de los problemas con los que nos encontramos a la hora de aplicarla son los grumos de producto que quedan adheridos en las pestañas tras hacerlo. Para eliminarlos, en lugar de utilizar un pañuelo de papel, usaremos un pequeño peine para pestañas. De ese modo el resultado será perfecto.
– Si eres rubia y quieres conseguir un look más natural, prueba a aplicarte una máscara negra en las pestañas superiores y una marrón en las inferiores. De ese modo el tono de las pestañas estará más acorde con tu piel y tu pelo.