Aunque todavía queda mucho verano por delante, las tendencias de la próxima temporada ya se están dejando ver y vienen cargadas con algunas novedades, que incluso se han empezado a incorporar a estos meses estivales. Y, ¿cuál es la principal en maquillaje? La respuesta es clara: el lápiz de ojos de color blanco. Muchas lo recordaréis porque hizo furor en la década de los años 80’s y 90’s. Una tendencia que ahora se reinventa y se convierte en más favorecedora para aportar juventud y más luminosidad al rostro.
Las claves
El lápiz de ojos de color blanco había estado desterrado del neceser desde hace muchos años, aunque ha comenzado a aparecer tímidamente en las pasarelas a principios de este año. El motivo de dejar de estar de moda fue porque se cuestionaba si realmente era o no favorecedor. Y la verdad es que puede serlo, pero según cómo se utilice.
Y, ¿cómo hacerlo? Depende también del efecto que se quiera conseguir. Una de sus principales funciones es aportar luminosidad al rostro, siendo además una de las propuestas más favorecedoras. Para ello, tan solo hay que aplicar un poco de lápiz blanco de ojos en la zona del lagrimal del ojo, marcando la ‘V’, que tiene que difuminarse muy bien. Para dar luz y disimular el cansancio, este color es muy efectivo cuando se aplica en la línea de agua del ojo. Igualmente, se puede aplicar a ras de las pestañas para agrandar la mirada.
Otra de las propuestas para lucir este color en los ojos es más arriesgada, ya que se emplea el color blanco en su estado puro –seguramente recordarás el término “blanco nuclear”-, con el que se tiene que hacer un trazo en el ojo como si emplearas un eyeliner. Además, debe ser una línea gruesa. Eso sí. El resto del maquillaje tiene que seguir la máxima del efecto cara lavada.
Trucos
Para verte más favorecida, puedes seguir un truco más. Se trata de la elección del tono de blanco. En lugar de optar por el color en su estado más puro, prueba con uno que tenga un cierto toque rosado o plateado. Son mucho más favorecedores y se puede conseguir el mismo efecto, pero de forma más discreta.