Las manos son una parte muy importante del cuerpo y que realmente son también un reflejo de si una persona se cuida o no, lo que a su vez se percibe de forma notable en las uñas, que precisan de una serie de cuidados específicos para que siempre estén en perfecto estado con independencia de si se llevan esmaltadas, cortas, un poco más largas…. Unas atenciones que no siempre se prestan porque hay algunos hábitos muy extendidos que no son nada beneficiosos.
Malos hábitos
Uno de los gestos que no hay que hacer es quitar el esmalte con las manos tirando de él porque se debilita la uña al irse también una parte de ella con cada tirón de laca que se retira. Para que no se produzcan daños, hay que utilizar siempre un quitaesmalte con acetona.
La higiene de las uñas es muy importante y hay que prestarle atención en dos frentes. Por un lado, se debe ser muy cuidadoso con los utensilios que se emplean para hacer la manicura, ya sea en casa o en centros de belleza, para que siempre estén esterilizados y no haya problemas por si se produce algún corte de manera accidental.
Por otra parte, hay que velar por la buena limpieza de las manos y de las uñas porque bajo ellas se acumulan bacterias, que pueden debilitarlas. Sin embargo, para limpiarlas conviene no tenerlas mucho tiempo en agua porque se favorece la proliferación de las bacterias. Por ello, es muy importante secar siempre muy bien las manos, uñas y entre los dedos para que no aparezcan hongos u otros problemas.
En relación a las cutículas, hay que ser especialmente cautos porque un exceso de su retirada puede hacer que las uñas nazcan estriadas o torcidas, ya que esta piel tiene por objeto proteger el nacimiento de la uña.
Además, en el caso de las pieles a los lados o si se tienen padrastros, es fundamental suavizar la zona para lo que se puede para una lima suave por esa parte o bien, si la situación es más extrema, aplicar quitacutículas durante varias noches seguidas.
También son de gran ayuda los aceites para hidratar toda la zona, siendo mejor aplicarlos por la noche para que actúen sin problemas y se puedan aprovechar todos sus beneficios para que la uña crezca más fuerte.
Y, por supuesto, no hay que olvidarse de otro mal gesto: no ponerse base antes de esmaltar las uñas. Este producto ayuda a protegerla y a mejorar su calidad a través de los productos que son específicos para el endurecimiento, alisadoras… Otro punto a favor es que prolongan la vida de la manicura para que esté perfecta más tiempo.