Derivado del dialecto persa, a través de árabe, el «talco» es un mineral, conocido como silicato de magnesio hidratado. Este mineral se presenta en colores grises, blanco y verde, con una base de aceite. Además de su uso común se utiliza en la fabricación de jabón, papel, pinturas, lubricantes, aislamientos eléctricos, techos a prueba de fuego, etc. Los polvos de talco sirven para más cosas de las que crees, como por ejemplo para decir adiós al sudor.
Estos polvos absorben el sudor, por lo que son muy utilizados por los deportistas. Pueden ayudar a reducir los síntomas de la sudoración, dejando el cuerpo seco y fresco desde el primer momento. Puedes espolvorearte talco por todo el cuerpo, si decides ir a pasear un día muy caluroso. Los polvos de talco pueden ser una amenaza considerable si se inhalan en gran exceso, de forma accidental.
Si tu piel es muy sensible a los productos químicos, te puedes preparar una receta casera para oler muy bien simplemente con los polvos de talco. Es fácil de hacer y el resultado para tu piel será muy agradable. En primer necesitas decidir la cantidad de producto que quieres. A continuación, mezcla a partes iguales polvo de almidón de tapioca, harina de maíz y arrurruz en un tazón.
Para la fragancia, añade aceites esenciales como lavanda, romero, etc. en un algodón absorbente. Coloca la bola de algodón perfumado en el interior del recipiente y agítalo bien. Déjalo reposar durante 24 horas. Quita la bola de algodón y ya podrás oler como dichos polvos están perfumados. Guárdalos y échatelos por el cuello suavemente después de ducharte.