Tarde o temprano a las mujeres les terminan apareciendo durezas en los pies y no siempre es por falta de cuidados, sino que muchas veces vienen causadas por los zapatos que se eligen. Acabar con ellas en casa y sin necesidad de tener que acudir a un especialista es posible siguiendo una serie de consejos.
Consejos
Para evitar que aparezcan o bien si ya se tienen, lo mejor es ir haciendo tratamientos en los pies en casa todas las semanas. En primer lugar, hay que sumergir los pies en agua para que las pieles puedan ablandarse. Desde ahí, hay que utilizar limas de pies o la conocida piedra pómez para frotar esas zonas hasta que las pielecillas que se han ido formando desaparezcan. Además, de gran ayuda es hacer una exfoliación de los pies una vez por semana.
Este remedio es más eficaz cuando la dureza es pequeña y de reciente formación o bien se quiere evitar su aparición. Sin embargo, cuando ya es más dura o resistente, es posible encontrar en muchas tiendas productos específicos como la lima electrónica Velvet Smooth de Dr.Scholl, que lima sin que tengamos que hacer tanto esfuerzo toda esa zona, llegando a capas de la piel más profundas.
También se puede optar por trucos y remedios más caseros como es el caso de la aspirina. Por sorprendente que parezca, es de gran ayuda. Tan solo hay que coger unas cuantas aspirinas y triturarlas para mezclarlas a continuación con el zumo de un limón y con un poco de agua, teniendo que remover hasta que se haya formado con una especie de pasta.
A continuación, hay que extenderla por los pies, en la zona en la que esté la dureza, dejando que actúe entre diez o quince minutos. Para potenciar su efecto, durante ese tiempo se pueden cubrir los pies con una toalla o bien con unos calcetines de algodón. Finalmente, hay que aclarar con agua abundantemente y pasar la piedra pómez para que desaparezca la dureza.