Con el verano es habitual que pueda picar la piel o sufrir alguna alteración por la exposición al sol, el cloro del agua de la piscina, la sal del agua del mar o bien por el sudor, entre otros factores. Son casos que suelen producir un cierto picor que, a veces, llega a ser bastante molesto. Con unos cuidados es posible acabar con ellos.
Consejos
La principal clave es modificar en ese período ligeramente las pautas de higiene, así como de los productos que se emplean. De esta manera, a la hora de asearse es mejor hacer una ducha corta con agua templada para que la piel no se irrite demasiado con el baño. Una buena opción es emplear avena para bañarse porque calma la piel, habiendo en parafarmacias y herboristerías varios productos específicos que la incorporan en su composición.
Además, siempre que se llegue a casa es conveniente lavarse las manos e, incluso, dentro del hogar con cierta frecuencia para evitar que cualquier cosa que se toque pueda provocar más irritación en la piel al tocarse luego otra parte del cuerpo con las manos.
Los productos que se emplean estos días también tienen especial importancia. Lo más adecuado es utilizar los que son calmantes para la piel porque ayudan a reducir la irritación y a que se pase antes esa sensación y no se produzca de nuevo.
De gran ayuda son las aguas termales, ya que son muy útiles para reducir el picor. Tan solo se tiene que aplicar, mejor con vaporizador, sobre esa zona del cuerpo que pica para luego poner sobre ella una crema o loción calmante. Y un pequeño truco: guarda las cremas en la nevera para que estén más frías y se reduzca antes la sensación de picor e irritación al aplicarlas.
En el caso de que los picores se produzcan en la cara y no puedas renunciar a ir maquillada, elige los cosméticos que son indicados para pieles atópicas porque son calmantes y reducen esa sensación de irritabilidad.