En alguna ocasión ya hemos hablado de cómo se hace el contouring, una técnica de maquillaje que permite, empleando ese producto, marcar unas zonas clave del rostro para resaltarlas. El sistema, como todo, ha ido mejorando y ahora se han lanzado nuevos productos que combinan diferentes colores con el fin de poder ensalzar más algunas zonas de la cara creando un nuevo juego de luces y sombras.
Las claves
Estos kits, que se pueden encontrar de diferentes marcas en perfumerías y tiendas de cosmética, permiten aportar luz y crear sombras en la cara para hacer que las facciones estén más definidas. De este modo, es posible conseguir el mejor ángulo en cada parte del rostro.
La aplicación consiste en resaltar las zonas de la cara en las que incide la luz, que se tienen que marcar en tonos claros, mientras que los oscuros se emplean para dar profundidad para ensalzar los ángulos del rostro.
Por ejemplo, los tonos oscuros se tienen que extender en la zona de la mandíbula, mitad de pómulo, aletas de la nariz y el área lateral de la frente cerca del nacimiento del cabello.
Un tono medio es conveniente aplicarlo entre la mandíbula y el trazo oscuro de la mejilla, así como por encima de ella. Y, sobre este último, es aconsejable extender un trazo de color más claro. La tonalidad más clara igualmente se debe poner en la parte superior y bajo el arco de la ceja, el frontal de la nariz, la zona de la barbilla y el labio superior.
Además, ahora el contouring también se puede emplear para tener los labios más voluminosos. El secreto no es otro que poner un trazo del color más claro para aportar luz en el arco de cupido, mientras que se debe sombrear justo en la zona que queda bajo el centro del labio inferior.
Y, para hacer los ojos más grandes, la clave es marcar el hueso de la cuenca del ojo y hacer un pequeño rabo de gata en el párpado superior y abrir la línea del párpado inferior.