Aunque parece que las piernas cansadas es algo típico del verano por el calor, lo cierto es que hay muchas mujeres que también las padecen con el frío. Y es que su aparición no es solo cuestión de altas temperaturas, sino que responde también a otra serie de factores biológicos y a otros motivos que pueden favorecerlas como la actividad profesional, entre otros. Con unos consejos se pueden prevenir o paliar todos sus síntomas y malestar.
Los cuidados
Las piernas cansadas hay que cuidarlas desde el interior y desde el exterior. La alimentación se perfila una vez más como una de las herramientas más beneficiosas. Y es que es conveniente aumentar la ingesta de flavonoides porque favorecen la circulación sanguínea y contribuyen a reducir la retención de líquidos. Y, ¿dónde se encuentran los flavonoides? En muchos alimentos, sobre todo, frutas como manzanas, uvas, naranjas, arándanos, ciruelas, fresas o limones.
Además, es muy importante reducir el consumo de sal en las comidas y de harinas refinadas, siendo recomendable optar por las verduras y ensaladas de hoja verde y aumentar el consumo de fibra.
En cuanto a las bebidas, lo aconsejable es beber dos litros de agua al día aproximadamente y eliminar, o bien disminuir, la cantidad de bebidas con gas y azucaradas.
Otra de las claves es mejorar la relajación de esta parte del cuerpo para lo que basta con 20 minutos al día durante los que hay que sentarse o mejor tumbarse poniendo las piernas en alto para facilitar la circulación.
También se pueden realizar duchas de agua fría que ayudan a eliminar esa sensación que se tiene de pesadez para lo que son de utilidad cremas y productos específicos como geles que se aplican sobre la piel de las zonas afectadas con un ligero masaje para potenciar su efecto. Estos productos están disponibles en cualquier tienda de cosmética y de belleza.