La piel del rostro es una de las más sensibles y delicadas y, también, en las que más tiende a notarse cierta flacidez conforme pasan los años. Evitar la situación no siempre es fácil porque no es solo cuestión de utilizar buenas cremas que la combatan. Es una situación que debe atacarse desde diferentes frentes para obtener buenos resultados.
Los trucos
Además de los cuidados esenciales de la piel, toda mujer puede poner en práctica una serie de consejos que ayudan a evitar esa flacidez del cutis. Uno de ellos es aplicar hielo, de manera que tiene que pasarse un cubito envuelto en una tela o paño por las líneas del rostro tanto por la mañana como por la noche. El objetivo de este gesto es mantener la piel hidratada, tonificada y prevenir la aparición de las arrugas.
También se obtienen buenos resultados haciendo ejercicios antiflacidez, que son muy sencillos, pero que para que sean efectivos se debe ser constante. Entre ellos, por ejemplo, está abrir la boca tanto como se pueda mientras se van pronunciando las cinco vocales.
La dieta, por supuesto, es otra de las claves para que la piel esté firme. De este modo, hay que seguir una dieta rica en frutas, sobre todo las que tienen vitamina C y fibra, así como verduras y hortalizas como tomates o zanahorias porque se ayuda a mejorar su tono y a que tenga más brillo de forma natural. También se deben tomar frutos secos en vitamina E como el potasio, magnesio, hierro, cinc y cobre, entre otros. Por el contrario, se tiene que reducir aquellos alimentos procesados y ricos en azúcares.
A todo ello, hay que sumarle otros consejos como reducir el estrés y la ansiedad totalmente y llevar una vida lo más tranquila posible. Además, se debe dormir bien y el número de horas suficiente, siendo lo recomendable unas ocho horas.