Con el cansancio del día a día o temporadas en las que hay más estrés, el cuerpo y el rostro se resienten y se nota una mayor fatiga en la piel. En las tiendas de cosmética y belleza hay varias marcas que disponen de cosméticos para solucionar este problema, aunque también pueden prepararse en casa cremas o mascarillas para realizarlas de forma periódica o bien ante una emergencia y cuando no se tenga el producto de marca. ¿Cómo se hace? Aquí te contamos todas las claves para hacerlo.
La mascarilla
El principal ingrediente que se necesita es la miel. Este producto es un imprescindible en la belleza porque tiene numerosas propiedades. Además, también hay que tener a disposición un yogur natural no azucarado y un limón.
Con estos tres ingredientes ya se puede empezar a preparar la mascarilla. En primer lugar hay que coger un recipiente no muy grande, pero que permita mezclar todos los productos que se necesitan. Tras este paso, hay que verter algo de miel, el yogur y poner unas gotas de limón.
A continuación, se tienen que amasar bien los ingredientes con la ayuda de una cuchara de madera para formar una pasta homogénea y espesa. Cuando ya esté, se tiene que aplicar sobre el rostro limpio, de manera que toda la piel de la cara se cubra de uniformemente, pero dejando distancia en el entorno de los ojos y de los labios tal y como se hacen en el resto de mascarillas.
Tras la aplicación, tienen que pasar unos 15 minutos aproximadamente para proceder a retirar la mascarilla con agua abundante y tibia. El siguiente paso, es secar bien la cara, pero con suavidad y poner un tónico después y la crema que se usa diariamente.
De este modo, se nota que la piel tiene menos fatiga de forma inmediata, lo que es de utilidad para las emergencias, además de notarse un efecto más prolongado cuando se hace una vez por semana.