El aceite de bergamota es uno de los productos de belleza, que es de gran utilidad, sobre todo, cuando se tiene la piel mixta o grasa. Y es que este aceite, que se extrae de un árbol, tiene muy buenas propiedades para equilibrar la piel y que disminuya su nivel de sebo y, en consecuencia, también se minimicen los brillos y los granos.
Cómo se usa
Aunque tiene el nombre de aceite, no hay que tener miedo a utilizarlo en el caso de las pieles mixtas porque no añade más grasa. Además, su utilización es muy sencilla. Un buen consejo para utilizarlo es mezclar dos gotas con una cucharada de aceite vegetal de avellana.
Esta mezcla se debe extender en el caso de las pieles mixtas en la zona denominada “T”, es decir, frente, nariz y barbilla, preferentemente por la noche antes de acostarse para que pueda actuar mientras se duerme.
Si la piel es con tendencia a grasa, esta mezcla es aconsejable extenderla por todo el rostro, pero evitando la zona del contorno de ojos. En el supuesto de que la dermis sea muy grasa, igualmente se puede utilizar el aceite de bergamota, aunque es más recomendable mezclar sus dos gotas con el aceite de sésamo.
Y, en el supuesto de que la piel grasa también tenga manchas oscuras, es bueno aplicarlo porque ayuda a minimizarlas y a que sean menos visibles, teniendo un efecto similar al que se consigue al aplicar cítricos sobre el cutis.
Sin embargo, a pesar de sus propiedades, hay que tener cuidado con su uso, siendo siempre recomendable utilizarlo por la noche y nunca por el día. La clave no es otra que los aceites pueden producir reacciones con el sol y así favorecer la aparición de imperfecciones en la dermis como son las manchas. Por eso, nunca se debe utilizar de día y, bajo ningún concepto, si te vas a exponer al sol.
Además, no hay que olvidarse de que siempre se debe aplicar en combinación con un aceite vegetal, como el de avellana, para minimizar sus efectos nocivos y potenciar sus beneficios y aprovecharse bien de ellos. Siguiendo estos consejos, no hay problema en su uso.