Para lucir un cabello perfecto, una de las claves está en cómo se peina. Muchas veces es un gesto al que no se le presta atención, sobre todo, en el día a día para hacer peinados como, por ejemplo, una coleta. Sin embargo, son actos con los que se puede dañar el pelo. Aquí damos unos consejos para que esto no suceda y luzcas un cabello perfecto.
Peinados tirantes
Uno de los peinados más habituales es una coleta muy púlida. En estos casos, es habitual pasar la plancha por el cabello para que esté bien liso. Acto seguido, se tiende a cepillar.
Y aquí está el error. Es importante dejar que el cabello se enfríe totalmente antes de peinarlo y de atar la goma para evitar que se dañe. Para conseguir un mejor resultado, frota las manos con un producto antiencrespamiento y pásalas por toda la cola, una vez esté hecha.
Este tipo de peinados, como todos aquellos que son muy púlidos o tirantes, solo deben hacerse en ocasiones especiales. Una pauta que hay que seguir, sobre todo, si se tiene el pelo muy fino o débil, ya que esta tracción que se produce puede favorecer su ruptura y convertirlo en más quebradizo.
Siempre que se pueda, es mejor optar para ocasiones especiales por peinados semirrecogidos, trenzas o moños que no queden tirantes y el cabello quede mucho más suelto.
Ondas naturales
A la hora de hacer ondas para que queden naturales, también se cometen varios errores. Siempre es mejor utilizar planchas estrechas en lugar de un rizador. Además, la clave está en hacer las ondas enrollando pequeños mechones para que sea más fácil deslizar la plancha y conseguir ese efecto como de onda deshecha.
Y, para que la onda quede más natural, aún puedes poner en práctica otro truco. Consiste en enrollar unos mechones en una dirección y otros en otra para que el rizo quede totalmente natural.
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